Me siento aquí, a pensar, esa es mi preferencia... pensar, ¿el que?, pues no lo sé, pero necesito pensar, estar tranquila y pensar. Miro a la gente, me pregunto: ¿son felices?, tengo a mi lado a una chica y me pregunto: ¿será feliz?, se levanta, se va, parece pensativa, mira a un lado y luego al otro y se va. Es feliz. Un niño bebe agua de la fuente, su abuelo le vigila, me pregunto: ¿son felices?. Una madre con su bebé, sonrie, es feliz. Hace calor y una niña asusta a una paloma, sale volando, es feliz! y puede volar... Circulación, contaminación, vuelta a la rutina, septiembre... adios verano, ya ha pasado, dejamos atrás un periodo de vacaciones y... ¿felicidad?, yo creo que no. Todo el mundo no ha sido feliz, eso estoy segura. Yo no sé si he sido feliz. La verdad, tengo motivos para estarlo, peor no me siento feliz, ¿o si?, no sé cómo explicarlo.
Tengo una sensación dentro que no me deja serlo, tengo motivos para estarlo, pero no lo estoy, y por eso quiero pensar, pensar y pensar, replantearme todo, porque.. si tengo motivos ¿por qué no soy feliz?. Quizás sea el miedo a enfrentarme a esta nueva vida, a esta nueva YO, a ésta yo que me gusta más, pero que sigue con miedos, reparos, justificaciones, que no me dejan avanzar... ni crecer como persona.
Tengo que aprender a valorarme y quererme, solo así podré continuar. Tengo que aprender a decirme cada día: ¡adelante! tú puedes con eso, y dejar de tener que justificarme y tener miedos. Tengo que aprender de la gente que me rodea, de esa gente que realmente me aprecia, me valora y me quiere como soy, porque si algo odio es que la gente aparente lo que no es, o que la gente te clave un cuchillo por la espalda cuando menos te lo esperas.
Así que a toda esa gente que quiero con locura... GRACIAS.
(Anónimo) Reflexiones desde un banco
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